El análisis, sencillo pero profundo, que ha realizado Leopoldo Abadía, profesor emérito del IESE, sobre la crisis económica actual, está relacionada con la situación crítica de los Estados Unidos.

Los bancos norteamericanos no pueden otorgar créditos ni apoyar la adquisición de una vivienda. Los que poseen su casa, no consiguen pagarla. También se ven forzados a moderar los gastos; menos compras, pocos periplos y ningún antojo.

Los mayoristas y pequeños latifundistas, al no vender, cesan algunos empleados. Esta crisis no acabará en 2008 y se ignora el final ya que el déficit mundial se ha trocado en una difícil incógnita.

Cuando en los Estados Unidos, las hipotecas no reintegradas se vayan ejecutando, los bancos podrán trajinar las casas hipotecadas. El crack del 29, comparado con el conflicto económica actual, es un juego de chiquillos. La gente empieza a tener pavor. Afirma Warren Buffet, el hombre más rico del mundo, que: "La banca tiene la culpa de la crisis".

En España, los bancos y cajas de ahorro han fiado mucho capital a las promotoras inmobiliarias, lo que supone una densidad muy alta de aventura. Más de diez de estas empresas han anunciado la suspensión de pagos.

El cese de la construcción tiene importantes secuelas: los precios de las viviendas caen y muchos mortales se tropiezan con hipotecas que valen más que la casa que tienen hipotecada. Las entidades financieras pueden reclamar al residente que hipoteque otros bienes si el valor de la vivienda hipotecada se rebaja en más de un 20 por ciento. A partir del año 2009, sufrirá sus efectos el que posea patrimonio; un piso o unas acciones.

El Financial Times, en un análisis sobre España, asevera que el boom de la edificación se ha terminado. Existen un millón de pisos sin vender. También afirma que lo que más inquieta al PSOE es, según lo acordado en su Congreso Federal: el aborto, la eutanasia y suprimir símbolos religiosos.

Es una forma de distraer a los españoles de la grave crisis económica en la que se encuentra nuestro país.

Clemente Ferrer Roselló

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