Toda una revolución a caballo entre el sector financiero e inmobiliario. No existe otra manera de resolver los impagos de promotores y particulares que quedarse con sus activos y alquilarlos. La idea es: quedarse con el piso y alquilarlo al propio moroso. El proyecto cuenta con la bendición del Banco de España y del Gobierno. La autoridad bancaria realiza una defensa numantina del sector financiero español

Como ya hemos informado, el Banco de España no está dispuesto a que caiga ninguna entidad financiera. La defensa de MAFO al sector financiero español es numantina frente a los ataques que se suceden desde el Wall Street Journal y el Financial Times. En los ambientes financieros anglosajones se sugiere una próxima crisis bancaria española. No entienden por qué ellos tienen problemas y la banca española no, a pesar de que la deuda de las familias alcanza el 140% de la renta disponible y que el apalancamiento empresarial es espectacular.

La razón es sencilla: la banca española no es especulativa. No tituliza su cartera ni tiene ARS como la banca de inversión americana a la que le acaban de pillar con 200.000 millones de euros de bonos subastables. Quizás porque -como decía Sanz- "no sabemos hacerlo". O quizás porque no han querido. El caso es que la banca española hace banca, no especulación derivada sobre la especulación y elevada a la décima potencia.

Lo que sí ocurre en la banca española es que existe un excesivo peso inmobiliario. Y ahora que la morosidad repunta, la banca ha tenido que girar su estrategia. En primer lugar, incorporar en la cartera de activos los préstamos dudosos. Una triquiñuela iniciada por el Banesto y seguida por el Santander en el caso Urbis. Como la venta va mal y Reyal Urbis no puede pagar, es mejor no provisionar el fallido y comprar los activos para tratar de revenderlos. De esta forma evito tener que provisionar y -por tanto- salvo la cuenta de resultados.

"La compra de inmuebles se enmarca en una estrategia de reducir el riesgo del grupo para luego revenderlos", reconocía durante la presentación de resultados a finales de julio el consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Saéz. ¿Cómo se reduce el riesgo si el problema es que los chalets de Reyal Urbis tienen hoy difícil venta?

La ‘fórmula Banesto' sería difícilmente sostenible por el Banco de España en condiciones normales. Pero no estamos en condiciones normales. Así que el supervisor ha preferido mirar para otro lado, aún a sabiendas de que la operación es una huida hacia delante. MAFO conoce bien el riesgo del ‘efecto dominó', así que ha decidido defender al sistema financiero español con uñas y dientes. Quizás de manera un tanto heterodoxa, pero desde luego, mucho más ortodoxa que los enjuagues internacionales para tratar de esconder las fallas de la especulación.

El problema es: ¿qué ocurre si esos activos que pueden provocar mora en los acreedores no soy capaz de venderlos? O dicho de otra manera: ¿qué pasa si el Banesto no es capaz de colocar los activos de Reyal Urbis a través de su red de oficinas? Por supuesto en ‘affaire Banesto' no es el único. En primer lugar porque el Santander acudió solidariamente a salvar a su filial Banesto. Pero es que además -salvando las distancias- el Popular hizo lo mismo con Colonial. Salvando las distancias porque el Popular provisionó -y anunció la provisión- 40 millones de euros. En todo caso, el ‘caso Banesto' sienta un precedente claro para el resto de entidades pilladas con compromisos inmobiliarios.

Además, en el mercado ya se empieza a hablar de una nueva fórmula que permitiría salvar los muebles. Ante un más que previsible repunte de la morosidad, los bancos se van a quedar con un importante paquete inmobiliario que no podrán sacar al mercado si no quieren que los precios se derrumben.

Así que la estrategia sería la siguiente: ante una mora, el banco ejecutará como siempre. Pero en lugar de sacar el piso a subasta, permitirá que el inquilino permanezca en ‘su' casa -ahora propiedad del banco- a cambio de un alquiler. No es lo mejor para el particular que pierde el título de propiedad, pero le permitirá seguir en ‘su' casa. No es lo mejor tampoco para un sistema financiero que odia convertirse en inmobiliario. Y menos en rentista. Pero permitirá salvar la situación. Al menos en el corto plazo.

Por supuesto, el Banco de España apoya la moción. Todo antes que una crisis inmobiliaria o bancaria. De esta manera, los intereses de bancos y ladrilleros se engarzan como si fuera uno solo. Pero es que además, la propuesta también contará con las bendiciones del Gobierno que venderá la medida como un ‘avance' hacia un incremento del mercado en alquiler. Desde Hacienda se primará con deducciones fiscales y ‘aquí paz y después gloria'.

De esta manera los bancos se convertirán en los grandes ‘caseros' de España. Algo así como la reina de Inglaterra en Londres. Y los españoles dirán -ahora sí con propiedad- que su casa no es suya, sino del banco.