"Nada hay oculto que no llegue a descubrirse". A lo mejor se tardan 10 años pero al final nos enteramos del gran engaño de la progresía mundial: la matanza de embriones humanos bajo la excusa terapéutica de curar enfermedades no ha curado ni un resfriado y han matado a miles de inocentes.

La verdad no sólo acaba por conocerse siempre sino que, además, se burla de la mentira. Porque han sido las células madre adultas, las que vendidas por "prestigiosos científicos" (PC's), nominación que otorga la prensa progre. Por contra, las células que, sin necesidad de matar al indefenso, sí han curado enfermedades y las que no tienen efecto secundario alguno -por ejemplo, no provocan tumoraciones- son las células madre adultas -estaminales-, a las que la progresía lleva despreciando por su obsesión en aniquilar personas.

Con ese espléndido espíritu recopilador de los norteamericanos -que aquí consideraríamos plagio- lo analiza para Zenit el estadounidense James Thomson. Y así llegamos a la pregunta: una década después de que comenzara la matanza, ¿han rectificado por ello los fautores del homicidio colectivo? Ni mucho menos, por eso califico al presidente del Gobierno español Rodríguez Zapatero de personaje siniestro: a través de las dos leyes de reforma de la FIV y de fecundación 'in vitro', perpetradas por esa Hitler con faldas que es la actual ministra de Administraciones Públicas y antes de Sanidad, Elena Salgado, siguen en vigor en España las leyes más homicidas, más nazis, más repugnantes, que jamás Gobierno alguno pusiera en marcha.

Y los incautos que creen que la regeneración de España depende de que el PP regrese al poder, deberían recordar que los diputados de Mariano Rajoy votaron a favor de estos dos engendros legales que habrían hecho las delicias del nazismo o del comunismo soviético o chino. Sólo un diputado, Eugenio Nasarre, se atrevió a romper la disciplina de voto, y fue sancionado por su Grupo.

Pues bien, no se pierdan el relato de Zenit sobre esta década ominosa. Y terminen preguntándose dónde están los espíritus de los embriones asesinados, troceados, crioconservados que no han servido para nada. Bueno, eso sí, han conseguido que Bernat Soria llegara a ministro, que no es poco.

No estoy dispuesto a que la bestial matanza del Nuevo Orden Mundial (NOM), peor aún que el aborto, por cuanto aún es menos visible, y por tanto más aceptado por una sociedad cloroformizada, que sólo valora, no ya lo que se ve, sino lo que se le muestra. Para esta sociedad, incapaz de pensar en términos ontológicos -no hace falta estudiar filosofía para pensar en términos ontológicos: nuestros abuelos lo hacían-, un embrión es "un conjunto de células" como repiten los locutores de ZP.

Eulogio López

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