Sr. Director:
Por estas fechas también hay ejecutivos que sufren esta enfermedad, pues a lo largo del año, muchas veces por interés de la empresa, reducción de costes, política salarial, implantación del alto rendimiento, ajuste de plantilla, etc, ellos ven la necesidad imperativa de suprimir puestos de trabajo, reducir la cuenta de explotación, y descolgar a empleados que por estas fiestas sufren el recorte drástico de su economía.
Ya no pueden afrontar la hipoteca igual, si es que pueden mantenerla, las fiestas de Navidad tienen su reajuste brutal, los Reyes menguan, y ahora con las subidas de Enero la estrechez llega a límites insospechados.
Pero estos ex/empleados de estas importantes compañías no salen de su asombro, cuando siguen el paso de ellas, y éstas siguen siendo referentes a nivel nacional e internacional. No encaja, no lo entienden.
Pero algún ejecutivo, pasará las fiestas en una estación de esquí con su familia, o viajará a una zona de playa para recuperarse de su estrés, etc., es como una huída.
Pero si la conciencia del inconsciente o consciente aflora, surge la ansiedad por la ejecución de estas decisiones; y el pretendido descanso se vuelve hacia el como una losa, le entra la angustia porque por mucho que se quiera justificar, el acabará igual.
Nada mejor en la vida, que acostarse cada día sin haberle hecho daño a nadie, ni deseárselo hacer.
Vicente Fernández-Pedrera Morell
vicentefernandezpedre@yahoo.es