La última subasta de letras a tres y seis meses ha salido más cara que la anterior. La diferencia es notable, ya que pasa de una rentabilidad de 1,692% a 2,292%. El Tesoro tuvo que realizar un nuevo esfuerzo para lograr captar 3.470 millones de euros.
Es cierto que los mercados han forzado una vez más a incrementar el precio bajo el supuesto de una menor seguridad, respaldado por las constantes bajadas de calificación de la deuda pública periférica, que ha afectado a España y a sus bancos. Sin embargo, el miedo al impago no es tal si tenemos en cuenta que la demanda de la anterior subasta superó en 2,5 veces a la oferta y en esta ocasión lo ha hecho en 3,1 veces. Nada como pagar más interés para que el presunto miedo de los mercados se torne en valentía.
Rodrigo Martín
rodrigo@hispanidad.com