Sr. Director:

Si seguimos las políticas de ambos países (España y Argentina), está claro que sus gobernantes se inspiran en los mismos parámetros y exhiben discursos similares, a la hora de atacar los valores fundamentales. En cuanto a la Educación Sexual, creo que la denominación debería corregirse por Información Sexual, ya que, través de recetas propias del Conductismo, se procura explicar: cómo funcionan los aparatos de reproducción femenino y masculino, cómo prevenirse de las enfermedades de transmisión sexual (incluida la fertilización como consecuencia del acto sexual, si se me permite la ironía), etc.

Educación Sexual incluiría una formación en la libertad con responsabilidad y esto complicaría mucho el panorama ya que, a ciencia cierta, no resultaría del agrado de los populistas a vistas de que pondrían en riesgo los resultados electorales, que siempre son cortoplacistas. Se habla mucho de derechos humanos, pero se es muy incoherente a la hora de respetar la dignidad humana y la ley natural, sobre todo cuando ello requiere el despliegue de verdaderos esfuerzos sociales, políticos, económicos, espirituales y de una auténtica voluntad de los poderes por desterrar la injusticia de la faz de la Tierra.

Alicia Álvarez

alvarezalicia@hotmail.com