Además, el IEF también propone una reforma legal para que los abonos de la administración no se alarguen más allá de los 30 días. Y es que algunas facturas están giradas a más de 300 días con una media de 270. Mucho. Máxime cuando los bancos ya no descuentan las letras.
Por cierto, en la polémica de si los bancos tienen cerrado el grifo o hay ausencia de demanda solvente el presidente del IEF, Pedro Simón Barceló, no se moja. Hay preguntas que no tienen respuestas. Se remite a su propuesta para incentivar la liquidez. Porque en realidad, nunca se sabe qué va antes si el huevo o la gallina.