"Si bien la familia es el medio natural y afectivo con mayores responsabilidades en la educación de los hijos, sin embargo, por sí sola, es incapaz de ofrecer al niño y al joven toda la ayuda que necesita en su proceso educativo".
La escuela, como complemento y prolongación de la educación familiar, es el instrumento institucional que la sociedad se da a sí misma como lugar de formación integral mediante la asimilación sistemática y crítica de la cultura. En la escuela, los jóvenes se preparan para abrirse a la realidad y formarse como personas y así poder aportar su contribución al bien de la comunidad. Sin embargo, son muchas las voces que hoy, ante el desconcierto educativo, se alzan exigiendo una verdadera educación integral que no se reduzca a los aspectos meramente técnicos y funcionales.
Cuando se rehúsa aceptar la visión trascendente del hombre, declarándole soberano de sí mismo, principio y fin inmanente de su existencia y fuente única de las normas éticas que han de regir su conducta privada y pública, se termina por perder el valor de la libertad responsable como su objetivo pedagógico primero. Se concluye, en último término, con la opción tecnócrata de una educación al servicio del puro progreso económico.
Estos días, el Presidente del Gobierno en funciones, Sr. Pérez Rubalcaba, ha afirmado que la ley de "Igualdad de trato y no discriminación" será presentada al Parlamento antes del 30 de junio y aprobada en esta legislatura. Se trata de una ley que pretenden impedir que los padres puedan ejercer la libertad de elección de centro educativo para sus hijos, puesto que discriminará las escuelas de educación diferenciada.
Enric Barrull Casals