El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro creció un 1,4% en 2011, medio punto menos que en 2010. Sin embargo, el PIB de la Eurozona se ha contraído en el cuarto trimestre de 2011 tres décimas respecto a los tres meses anteriores.
En el conjunto de la UE, la economía sufrió un retroceso de tres décimas en el cuarto trimestre respecto a los tres meses anteriores, cuando había crecido un 0,3%, mientras que en términos interanuales creció un 0,9%. En el conjunto de 2011, la economía de los Veintisiete creció un 1,5%, frente al 2% del año anterior.
Por países, el PIB de Italia cayó siete décimas en el cuarto trimestre, tras caer un 0,2% en el tercer trimestre, mientras que en el caso de Bélgica la economía bajó un 0,2% en el último trimestre tras caer un 0,1% en el tercero. A su vez, el PIB de Países Bajos retrocedió siete décimas en el cuarto trimestre, después de haberse contraído un 0,4% en el tercero.
Por su parte, Alemania (-0,2%), España (-0,3%), Estonia (-0,8%) y Austria (-0,1%) se asoman a la recesión tras registrar un primer trimestre negativo a la espera de la evolución de sus respectivas economías en los tres primeros meses de 2012. Mientras que Finlandia ( 0,1%), Francia ( 0,2%) y Eslovaquia ( 0,9%) registraron datos positivos de crecimiento del PIB, a la espera de los datos de Luxemburgo y Malta, mientras que Chipre registró un estancamiento de su economía.
Sin embargo, según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), una quiebra desordenada en Grecia podría forzar el rescate de España e Italia y causaría daños de más de 1 billón de euros en la zona euro. La ayuda suplementaria que necesitarían estos países rondaría los ayuda adicional de 350.000 millones de euros. A ello habría que sumar los 380.000 millones de euros que precisarían Irlanda y Portugal, cuyo peso en la zona del euro es considerablemente menor que el de España e Italia.
Andrés Velázquez
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