No hablamos de las hermanas, que están vendiendo su patrimonio, sino de Pedro Ballvé, presidente de Campofrío, que ha llevado siempre el negocio junto a su hermano Fernando.

Los hermanos Garay, Juan Carlos y José, el primero de ellos dedicado a sus negocios particulares, aunque Juan Carlos sigue ostentando la Presidencia de Deutsche Bank España, ya han recibido el encargo para la venta. En un alarde de originalidad, los Garay ni tan siquiera han pensado en trasmitir el control de la primera empresa cárnica española a Ebro (como se negoció en su día) ni tan siquiera a otras multinacionales del sector, aunque no sean españolas, sino a fondos de capital riesgo, especializados en trocear empresas.

Es lo que se llama banca de negocios.

Mientras, la acción mantiene un comportamiento ascendente en bolsa.