Algunos maledicentes aseguran que los jugadores del Real Madrid acuden al restaurante que ha puesto en marcha la hija de Florentino Pérez, María Ángeles. Pura calumnia. Porque el establecimiento aspira a más, y está situado al lado de la sede central de Dragados Construcciones, en las afueras de Madrid, salida por la carretera de Francia.
María Ángeles Pérez Sandoval, conocida como Cuchy, tiene así fácil acceso a los trabajadores de Dragados cienes y cienes, en la central- supongo que con Cheques Gourmet proporcionados por la propia compañía.
Al mismo tiempo, toda la familia Pérez, tres hijos, ya habita en la nueva milla de oro madrileña, entre las calles Serrano y Velázquez, donde se ha quedado anclada la travesía más selecta del selecto Madrid: Castellón de la Plana. Allí tiene su residencia principal además del nuevo vecino, su socio Alberto Cortina y el presidente del BBVA, Francisco González. Éste último comenzó a romper el esquema clásico de zona e introdujo el primer búnker. Ahora, Pérez ahonda en la arquitectura moderna: otro bunker con una megaterraza con árboles de primera división, como el Real Madrid y con una entrada de parking que recuerda la de la no muy lejana embajada de los Estados Unidos de América del Norte. Dicho sea con todo respeto hacia don Florentino y hacia el Imperio.