Sr. Director:

Cada vez son más las familias que se acogen a la objeción de conciencia, para hacer valer su derecho a que sus hijos reciban una formación acorde con sus ideas, creencias y valores.-

Según datos publicados la cifra de familias que se han acogido a este derecho, rebasa con holgura las 13.000, que más o menos supone alrededor de 30.000 niños afectados.-

Estos padres, que defienden derechos reconocidos en cualquier país democrático, ven confirmados sus tesis al escuchar las declaraciones de los defensores de esta asignatura en las que se ponen de manifiesto que la oposición de estos padres, y de muchos más, tiene una base sólida. Un conocido filosofo, Fernando Savater, manifestaba: " hay que salvar al individuo de tener que vivir exclusivamente en un mundo mental fabricado por la familia", rechazando de esta manera una institución natural como la familia ,que está por encima de planteamiento estatalistas ,ya caducos; desgraciadamente no es él sólo, hay un grupo de intelectuales que con ligeros matices piensan igual, ¡ es la filosofía moda ! .-

En esta línea de negar derechos, nuestra Vicepresidenta del gobierno indicaba que "la ley está para cumplirse", principio teórico básico, pues las leyes están para cumplirse; sin embargo habría que preguntarse : ¿esta ley respeta el artículo 27 de nuestra Constitución ?.-Desde luego si nos atenemos a su contenido: "se reconoce que los padres son los responsables de la formación de sus hijos" no puede extrañar que estos ejerciten su derecho a la objeción de conciencia ,es la única defensa que les queda ,para que se les respete sus derechos y no se manipule a sus hijos con verdades de moda.-

Tal como van los acontecimientos es normal que haya este rechazo social ,que por sus trazas irá en incremento, a una asignatura ,que a pesar de las afirmaciones de responsables del gobierno ,no responde a lo propuesto por la UE, y que rebasa ,lo que en los demás países europeos se está impartiendo a los escolares.-

Esta situación obliga a los padres, con independencia del centro en que tengan escolarizados a sus hijos, sea público, concertado o privado, a informarse sobre este tema y a partir de ahí decidir su postura.-Ésta sea de aceptación o no, debe ser respetuosa con la de otros, evitando la descalificación ,pués en definitiva cada familia puede pensar de una manera o de otra, en consonancia con sus principios y con su libertad.-Por esto,nadie tiene derecho a imponer sus maneras de pensar y de plantear la formación de sus hijos a otros.

Fernando Villar Molina

fernandovillar@foromedios.com