De la Vega se lo había estudiado y tenía la respuesta más que preparada. Era consciente de que la declaración sobre la unidad de lengua realizadas el jueves 18 por Javier Solana levantaron ampollas en la Generalitat valenciana. De momento, el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, ya ha solicitado una reunión con el Gobierno.
Primero, los principios. Por vez primera, el Ejecutivo ha hecho un enorme esfuerzo por llevar a las instituciones comunitarias las lenguas co-oficiales que hablan el 25% de la población española y esperamos que se valore ese esfuerzo. Más: las lenguas son para entendernos y enriquecernos, no para servir como elemento de confrontación.
Otrosí. El presidente presentó cuatro textos de la Constitución Europea en tres versiones lingüísticas, porque dos de esos cuatro textos eran idénticos. Pero, atención, las lenguas eran -según el Gobierno- euskera, gallego y "valenciano, según la denominación establecida en la Comunidad Valenciana, y tal y como figura en su Estatuto de Autonomía, y catalán, según señala la comunidad científica y universitaria".
¿Qué les parece? Una fórmula mixta: se reconoce la unidad de la lengua, se afirma que los científicos (pagados y amamantados por la Generalitat de Catalunya) lo llaman catalán, se reconoce la legalidad: en el Estatuto de Autonomía valenciano se le llama valenciano y se hace un guiño de distensión con el valencianismo, reconociendo su valor social. Perfecto. Un paradigma de la precisión retórica.
Lástima, sin embargo, que tanta inteligencia se utilice para un tema tan menor. El mismo Solana señaló en la Ejecutiva Federal del PSOE que había temas más importantes en el mundo que la discusión lingüística. Pero los plumillas no se quedaron a gusto: ¿Qué significa comunidad científica? ¿Cuál sería el nombre de esa lengua única? ¿Cree el Gobierno que Camps y Carod se quedarán satisfechos con esta definición? Definitivamente, somos un país que se merece que la administración subvencione la producción de boinas Elosegui. Un poco menos calada, por favor.