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La foto de la plutocracia, o los 'coleguis' de Boadilla
La foto de los ‘coleguis', como ya se la denomina en la City madrileña. Como todo el mundo sabe, plutocracia es el Gobierno de los ricos, sólo que en el siglo XXI, política y economía se confunden, por cuanto los empresarios, especialmente los financieros, financian la vida activa del político y su jubilación como hombre público, mientras los políticos regulan a favor de los empresarios y banqueros más poderosos. Resultado. ZP y Botín -arquetipo del mundo del dinero español- juntos alrededor de una mesa, en mangas de camisas; el uno, con la corbata desajustada; el otro, con tirantes extraídos de la Hoguera de la Vanidades. Es así como funciona la plutocracia en nuestra época: en nombre del rigor. Aquel que se atreva a rebelarse -por ejemplo, exhibiendo datos que atenten contra, será tachado de poco riguroso- de opuesto a los argumentos de autoridad. Si Emilio Botín dice que no hay crisis, el hecho de que cada vez le cueste más a usted llegar a fin de mes y pagar la hipoteca no es más que un espejismo, muchacho, o quizás algo peor: usted es un ignorante, falto de rigor y conocimientos, o quizás un quintacolumnista de la pérfida oposición: ¿O es que va a saber usted más que don Emilio? El canje es ese: yo, empresario, te doy dinero y votos, y tú me das impunidad. Un poner: yo digo, contra todas apariencias, que tu gestión económica es excelente, y lo digo en periodo electoral y tú haces que la Abogacía del Estado se niegue a cobrar los miles de millones que no se pagaron a Hacienda por las cesiones de crédito, y yo me libro de una condena de cárcel de varios lustros, y ya de paso fuerzas a la Fiscalía a convertirse en abogado defensor del Santander. La combinación entre un banquero impune y un político al que el bien común importa un poco menos que su permanencia en el poder es muy útil para ambas partes. Se llama plutocracia. Lo dijo Adam Smith: "La gente del mismo gremio raramente se reúne, incluso si es por motivo de feministas y diversión, sin que la conversación acabe en una conspiración contra el público o en algún acuerdo para subir los precios". Pobre Smith, no podría prever que las verdaderas conspiraciones contra el público o contra el pueblo, como quieran llamarlo, son las que se perpetran a dos bandos, entre empresarios y políticos: como los ‘coleguis' de Boadilla del Monte. Un pregunta. Cuándo ZP se jubile, ¿le harán consejero del Santander? No se extrañen: a Luis Ángel Rojo, el hombre que le regaló Banesto a Botín, le hicieron consejero del SCH. Eulogio López eulogio@hispanidad.com
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