Aunque el ministro de Industria, José Montilla, lo niegue (tampoco hay que creer todo lo que diga un ministro), lo cierto es que la fusión entre las dos grandes redes de distribución de energía, Red Eléctrica Española (REE) y Enagás, es posible. El nuevo presidente de REE, el ex ministro socialista Luis Atienza, que aún no ha tomado posesión del cargo, no le hace ascos. Es más, existe un precedente: el Reino Unido. Es decir, se trata de una fusión que puede resultar prematura pero no rechazable.
La segunda cuestión a dilucidar: ¿Se trataría de una red pública o privada? Si atendemos a los deseos de los mandamases de Industria, tendríamos que concluir que se trataría de una red pública. Ahora bien, para eso hay que expulsar a las compañías eléctricas que poseen el 15% del capital de REE y a Gas Natural, propietaria del 65% de Enagás.