La subida de los precios de los carburantes ha alcanzado cotas inauditas.
Por eso acertaba el ministro de Industria, José Manuel Soria, al solicitar un informe a finales del pasado mes de agosto.
No tiene sentido que el precio del producto refinado, impuestos aparte, sea mayor que en otros países europeos, cuando los gastos generales son similares en todos los países de la Unión Europea.
Tampoco se explica que cuando sube el precio del barril, la repercusión en el precio final sea inmediata y, cuando baja, el descenso sea lento. Tiene razón el ministro, yo también me lo he preguntado muchas veces.
Domingo Martínez Madrid