El consejero de presidencia, Josep Bargalló, aprobó el pasado 11 de abril una resolución en la que se establecen las bases de las subvenciones destinadas a aumentar los estrenos comerciales de películas dobladas o subtituladas en lengua catalana. El dinero del contribuyente catalán destinado a tan noble fin asciende a 3 millones de euros durante el 2006 (PRE/1088/2006)

Y es que esto de la construcción nacional sale muy caro. El mismo Gallardón en sus tiempos de presidente de la Comunidad de Madrid explicaba el mayor crecimiento de Madrid respecto a Barcelona en que los madrileños no tenían que invertir en construcción nacional. ¿Será para estos nobles fines para los que los catalanes han peleado un nuevo modelo de financiación?