Las carreteras están colapsadas y los pasos de La Jonquera e Irún prácticamente cerrados
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha señalado en una entrevista concedida a TVE en la mañana de este lunes que el Ministerio del Interior dispone de mecanismos para garantizar el derecho de huelga de quien la quiera hacer, pero también que quien no quiera hacer huelga, pueda no hacerla. Además, el ministro ha señalado que su departamento trabaja también para garantizar el libre tránsito de los ciudadanos.
Pues bien, no ha tenido mucho éxito. Los piquetes informativos han impedido que haya esquiroles. Los transportistas están en pie de huelga e informan con gran eficacia. Además los pasos fronterizos de La Jonquera e Irún están prácticamente cerrados. No es exactamente garantizar el libre tránsito. Y algunos accesos a ciudades también han sido seriamente ralentizados por culpa de la huelga salvaje de los transportistas dificultando el acceso de los ciudadanos a sus puestos de trabajo. Es decir, que el dispositivo de Rubalcaba -ni el de Zapatero- han funcionado como debían. Ni se ha garantizado el derecho a no hacer huelga ni tampoco se ha garantizado el libre tránsito de los españoles.
Los transportistas están en pie de guerra y no han aceptado las medidas potentes ofrecidas por el Gobierno. ¿Y ahora? Ahora toca tirar de chequera para evitar que la sangre llegue al río. Lo malo es que tras los transportistas vienen los pescadores, los agricultores y los taxistas chupando rueda. Si el Gobierno da marcha atrás en el primer momento ofrecería muy mala pedagogía. Hacerlo tarde supone mucho desgaste. Es la hora del talante Zapatero. Y Solbes agarrando las cuentas