Sr. Director:
El domingo, me levanté con dos noticias relacionadas: la detención de tres jóvenes suicidas y la negativa del Tribunal Supremo de Estados Unidos a pronunciarse sobre la sentencia que quitaba el tubo de alimentación a Terri Schiavo, condenándola, así, a morir de hambre.
¿Por qué se supedita la licitud del suicidio a la situación física del afectado? Estamos sentando, así, precedentes de leyes eugenésicas, en los que la muerte es el fin deseable para aquéllos que se encuentran en situaciones de incapacidad total o parcial. ¿Es menos valiosa una vida porque no es perfecta, porque es difícil de aceptar para los que disfrutamos del estado de bienestar? ¿Hasta dónde llega nuestra hipocresía?
Belén Rincón
yavembar@yahoo.es