Estos días venimos viendo la hipocresía que el Partido Popular y en especial Camps y Rajoy vienen demostrando a raíz de la presentación de una moción de censura en Benidorm, propiciada por la parálisis de los populares, que mantienen al consistorio en el epicentro de las luchas internas entre zaplanistas y campistas.
Los dirigentes del PP tienen la poca vergüenza de atacar, insultar y acusar al PSOE de vulnerar el pacto antitransfuguismo, los mismos que han presentado mociones a lo largo de toda la geografía española con tránsfugas como Muguruza en Castro Urdiales (Cantabria) o Juan Collado en Denia (Valencia).
El PP en vez de dedicarse a atacar al PSOE, a los Jueces, a los Fiscales y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, tendrían que actuar con un mínimo de ética dentro de sus filas, y explicar por qué a sus concejales de Castro Urdiales o Denia, por poner unos ejemplos, no se les ha expulsado o solicitado que se marchen del partido, o por que al mismísimo Zaplana, ex -presidente de la Generalitat Valenciana no le exigieron y exigen lo mismo, por llegar a la alcaldía con la compra de una concejal en Benidorm.
Creo que el PP, antes de intentar dar lecciones al resto, tendría que poner orden y ética en sus filas, y actuar con la misma fuerza y determinación, expulsando a sus militantes, dirigentes y cargos públicos imputados por corrupción.
El PP no puede pedir responsabilidades ni dar lecciones de ética, hasta que no demuestre con honradez que las lleva a cabo dentro de sus filas.
Raúl Santiago García López
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