El texto es breve pero tremendamente concreto. Los obispos argentinos, presididos por el cardenal Bergoglio, piden al Gobierno de Cristina Fernández que se deje de aborto y homomonio y se dedique a solucionar la pobreza de los argentinos.
En esa línea, solicitan otro clima institucional más pacífico y una clase política menos preocupada por mantener sus privilegios y más por sacar al país de la miseria y la inseguridad en la que a duras penas sobrevive.