Sr. Director:

Resulta muy interesante la metáfora que un lector -en cartas-, del diario de internet Hispanidad.com, nos hacía hace unos días, respecto de la Iglesia. La Iglesia es la más grande ONG del mundo, escribió.

Pero es modesta la metáfora. Sin pretensiones. Es tanto como afirmar que nuestro amigo ha visto un gigante de 195 centímetros. No habría para tanto, porque hoy son muchos los humanos que dan la talla de 196, 199, 200 cm. y que hasta que pasan de los dos metros. Puestos a eso, la Iglesia es como una descomunal, gigantesca, sin parangón, gran confederación de ONG's a su vez gigantescas.

La Iglesia no es que sea como la mayor ONG del mundo, es que está formada por centenares de las mayores ONG del planeta entero. Cada orden religiosa masculina, cada congregación femenina de religiosas, con presencia en la práctica totalidad de las naciones de la ONU, ya es en sí una ONG enorme. Sin parangón. Y cada obispado, de cualquier país. Y las Conferencias Episcopales, cada una de ellas, lo son. Nada que ver.

En la Iglesia Católica estarán seguramente los dos centenares de ONG's sociales y benéficas más activas e importantes del mundo en los últimos tres siglos.

Así que, nada de gigantes de 200 centímetros. Para eso, nos bastaría con mirar por separado a cada una de estas: Intermon-Oxfam, Manos Unidas, Cáritas de cada país, las Hermanas de la Caridad de Teresa de Calcuta, o las Obras Misionales Pontificias. Pero la Iglesia tiene docenas, centenares como estas nombradas. La Iglesia es todo eso, multiplicado por muchas cifras. Sin parangón en el planeta y en la historia. Descomunal y gigantesca Unión de centenares de las mejores ONG de la tierra. Y más que eso. Desde hace siglos.

Antonio Calatrava

calatravamanchego@hotmail.com