Sr. Director:
Un católico, cualquier cristiano, no debe frivolizar con su voto. El día que tomemos conciencia de que somos responsables del rumbo de la política, comenzaremos a ver defendida la vida de todos; la familia, que tanto bien aporta al individuo y a la sociedad (en España se la equiparado con lo que no es ni siquiera una caricatura de ella, además de estar a la cola en prestaciones familiares).
Entones podremos ver también la educación de los niños españoles a la altura que se merecen y se reducirá sensiblemente el fracaso escolar, además de que se ofrecerá en todas las escuelas una educación en valores humanos acordes con nuestra sabia y consensuada Constitución española, y una cultura que no haga analfabetos en religión a ningún niño.Entonces, el derecho a la vivienda será tenido en cuenta y no primará para los pisos de los pobres, la comercialidad sobre la calidad. Cuando los cristianos tomemos conciencia de nuestra responsabilidad política en las elecciones, no se permitirán injusticias con los trabajadores ni con los emigrantes, que también son personas con derechos emanados de su dignidad humana.
Como sacerdote católico, hago mías plenamente las orientaciones del Magisterio oficial de la Iglesia ante las próximas elecciones e invito a mis hermanos católicos a que voten ‘en conciencia' y no apoyen con su voto a los partidos que su conciencia les diga que no deben votar. Para un católico primero ‘Dios, la fe en la providencia, su conciencia, la vida de todos sin discriminación alguna'. Y luego…, todo lo demás. Recordemos las palabras del Evangelio:"Buscad el reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura".
Miguel Rivilla San Martín
rivisanm@gmail.com