Y no somos los únicos, según las cifras que ofrece la OCDE en su reciente publicación "Entrepreneurship at a glance 2012", la inmensa mayoría de los países cuentan con un tejido empresarial compuesto en un 90% o más por micro-empresas, que tienen entre 1 y 9 empleados.
A la cabeza de todas ellas se encuentra Grecia con una cifra de micro-empresas del 96,65%, figurando a continuación Polonia y la República Checa con cifras por encima del 95%. Suecia, Italia, Hungría, Portugal y Nueva Zelanda se sitúan en torno o por encima del 94%. Bélgica alcanza un 93,15%. En España las micro-empresas suponen un 93,11% sobre el total del tejido empresarial . Francia y Eslovaquia superan el 92%. En el Reino Unido, la cifra ya se sitúa por debajo del 90% y baja al 88% en Irlanda y al 87% en Austria.
En Alemania, la poderosa locomotora de la economía europea, las micro-empresas suponen casi un 83% sobre el total, donde existe un volumen de medianas empresas muy alto de gran solides. Lo mismo sucede en Estados Unidos, Eslovaquia y Japón, donde el porcentaje de micro-empresas es más bajo, pero mayor el de las empresas pequeñas y medianas.
Andrés Velázquez
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