El movimiento zapatista mexicano es bastante más folclórico y mediático que real y reivindicativo. Las imágenes del ejército zapatista luchando por la integridad del pueblo indígena y la mejora de sus condiciones de vida son más propaganda de lucha de clases que "la voz del pueblo" clamando a sus gobernantes. Hizo mal el actual presidente mexicano Vicente Fox en tomarse en serio un movimiento nacido de un experto en comunicación social.
Fox prometió unas inversiones en las zonas más deprimidas que han permitido elevar la calidad de vida de los pueblos indígenas. La protesta se acalló, hasta que los agitadores izquierdistas han considerado que necesitan una bandera para realizar su proselitismo y han "resucitado" el movimiento zapatista. Ayer, 2 de enero, volvía a hacer aparición pública el "subcomandante" Marcos con su misma pipa y los insultos de siempre. Malas palabras para el Rey de España, Juan Carlos I; para el presidente del gobierno, José María Aznar; y para el ex presidente del gobierno, Felipe González.
De esta forma, Marcos pretende internacionalizar el inexistente "conflicto" zapatista y desmarcarse políticamente de la izquierda moderada. El movimiento zapatista es un movimiento de izquierda radical que aboga por la revolución, no por la "transformación desde dentro". Volverá a equivocarse Fox si toma en serio a alguien que todavía no ha mostrado su rostro...