No hay lugar para las críticas, aunque las haya sin lugar. Al menos, para ninguna de las que de manera interesada habían lanzado ciertos grupos políticos sobre el coste para el contribuyente de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).Los peregrinos se autofinancian... y aportan. Además de los 100 millones de euros que dejará en España este evento, el trasfondo social quedará patente también con los dos proyectos de Cáritas, uno para familias en riesgo de exclusión social y otro en Brasil. Todo para que la JMJ sea un ejemplo de gestión y solidaridad. Ya quisiéramos ver un comportamiento parecido en otras organizaciones.
Pedro J. Piqueras Ibáñez