Una de las maneras que tenía el Gobierno de ensanchar su base electoral fue repartir el título de español a los nietos de los que emigraron durante la guerra civil. No han estado nunca en España ni se plantean regresar, pero son españoles por la gracia de Zapatero. Así lo contemplaba la Ley de Memoria Histórica. Pues bien, ya son 160.000 los nacionalizados. Y al Gobierno le deben parecer pocos, así que ha decidido prorrogar el plazo hasta el 2011. Todo un 2010 haciendo españoles del PSOE.