Carmen Calvo considera que la denuncia presentada por las televisiones comerciales no prosperará

No hay cambios. El proyecto de Ley del Cine presentado por el Gobierno sigue manteniendo el 5% de inversión obligatoria de las televisoras comerciales. Y no se va a mover; lo deja claro una y otra vez. Al fin y al cabo, ellos obtuvieron una licencia sin que les costará un duro. "Ahora les pedimos que colaboren en apoyar al cine y a las productoras independientes", señala Calvo en su mismo discurso estatista de siempre.

Por supuesto, las televisiones no están dispuestas a pasar por el aro. No entienden lógico que se obligue a un sector privado a financiar a otro sector privado. Así que han recurrido al Tribunal Supremo y según señalan en privado tiene serios visos de prosperar. No obstante, el Supremo ha hecho la oportuna consulta al tribunal de Luxemburgo, señal para Calvo, de que "sus dudas tendrá el Supremo".

La ministra se muestra convencida de que la norma tiene toda la legitimidad política por haber sido acordado por los ministros autonómicos de Cultura y que también encaja perfectamente con la legislación comunitaria. Pero el debate está ahí y aunque Calvo y De la Vega señalan que están en permanente diálogo con las televisoras comerciales, estas están que trinan ante una imposición que califican de "estatalista". Y no van desencaminados porque Calvo pone como ejemplo de excelencia cultural, los museos, abiertos por funcionarios de manera mayoritaria. Agárrense que vienen curvas peligrosamente estatalistas.