Para un Gobierno que busca desesperadamente fuentes de recaudación, la Ley del Juego debería ser una prioridad. El juego por Internet permanece en la alegalidad, una situación poco deseable desde el punto de vista fiscal. Especialmente cuando se planteaba gravar el juego por Internet al 20%, por encima del 15% establecido por otros países de Europa. Mientras llega la ley, se tramita la demanda de Codere contra Bwin por competencia desleal.
Cuando se conoció que el Gobierno regularía el juego por Internet, que el vicepresidente Rubalcaba explicó como una adaptación a los nuevos tiempos, se especulaba con la concesión de cinco licencias para el juego virtual. En estos momentos, se habla de la posibilidad de entre 30 y 50 licencias.
Mariano Tomás
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