Íñigo Urkullu lanza un envite a los socialistas y condiciona su apoyo en la legislatura
La liberación del etarra Antonio Troitiño tras 22 años en la cárcel por 24 asesinatos, un despropósito.

ETA sigue estando en las portadas de la prensa después de la última detención de dos colaboradores de la banda y el hallazgo de casi una tonelada de explosivos que la banda tenía ante una eventual ruptura de la tregua.

Junto a esto, la liberación en las últimas horas de dos terroristas, el que más años llevaba preso, José María Sagarduy Moja, alías Gatza, y la de Antonio Troitiño, ha vuelto a poner en boca de todos, la situación de la banda. El primero de ellos llevaba 31 años en prisión, pero Troitiño sólo 22, después de haber participado en el asesinato de 24 personas, y a causa de un resquicio legal que le ha permitido reducir la pena seis años. Como suele suceder, a posteriori, el Pleno de la Audiencia Nacional va aestudiar el 25 de abril la excarcelación de Troitiño, pero ya se ha llegado tarde.

Pero en los próximos meses otros cuatro presos históricos saldrán de prisión tras cumplir su condena. Y mientras eso sucede en la banda, lo que algunos catalogan como parte del proceso de diálogo, el presidente del PNV ha avisado al PSOE sobre cuál debe ser el camino a seguir si quieren seguir contando con su apoyo. Se trata de dialogar en el País Vasco, para que se pueda dialogar en Madrid. Por eso ha afirmado Urkullu que no tienen "ningún compromiso cerrado con el PSOE" y vincula su apoyo a "si van a extender el Pacto en el Parlamento vasco a otras instituciones".

Esto lleva a la estrategia que Rubalcaba ha buscado siempre y que es fundamental ahora para las elecciones municipales del 22-M y para las generales del próximo año: un pacto social-nacionalista para derrotar al Partido Popular.

Juan María Piñero
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