La oferta, destinada a gays y lesbianas, llegó la semana pasada a las agencias turísticas de medio mundo: «Venga a la playa en Alicante, pase una semana de ensueño en un hotel cinco estrellas, aproveche para inseminarse y quedarse embarazada y, como guinda, cásese a bordo de un barco en la bahía». Todo incluido.
En la página web de Rainbow Tourism, el touroperador español que ha lanzado la oferta, un feto flota en líquido amniótico sobre un fondo fucsia refulgente. Ése es el reclamo. En la letra pequeña de los extras también cabe un paseo a caballo, una visita al rastro o encargar la tarta nupcial en la misma repostería donde se elaboró la de los Príncipes de Asturias. Gracias a iniciativas como ésta, el extranjero le ha puesto a España la etiqueta de país «gay friendly» («amigo de los gays»).
La noticia saltó esta semana a las páginas de todos los medios británicos. «La liberal España», «España, el país socialmente más tolerante de Europa», «España, el país donde legalmente todo es posible», «España se ha despojado de su sospecha de inspiración católico-romana acerca de las parejas del mismo sexo».
La persona que ideó esta campaña internacional no es, ni por asomo, simpatizante de José Luis Rodríguez Zapatero. Se llama María José Rico, ha fundado Rainbow Tourism y fue concejal de Turismo de Alicante por el Partido Popular en la pasada legislatura (...)
Manuel Morillo