Ocho personas perdieron la vida el pasado domingo en Nigeria en un nuevo ataque de los islamistas radicales de Boko Haram.
La violencia ejercida contra los cristianos se ha cobrado ya la vida de cerca de doscientas personas en los últimos días en el norte del país, sin que los llamamientos a la paz del Gobierno y los organismos internacionales sean capaces de detener la matanza.
Es un lento genocidio planeado contra la comunidad cristiana, por un grupo ligado a Al Qaeda, contra el que urge reaccionar para evitar que crezca en África otro Afganistán, pienso que Occidente ha de procurar no cometre los mismos errores que con el país asiático.
Suso do Madrid