Por su parte, Obama, durante la reciente cumbre de la OTAN siguió cogiendo por el hombro a todo quisqui, entre otros a Sarkozy, que odia ese gesto. Una actitud chulesca en la Cumbre de Lisboa pretendía ocultar que un Occidente dirigido por cobardes ha fracasado en Afganistán, la gran apuesta de la OTAN en el siglo XXI tras el 11-S.
Pues bien, la cobardía de Obama, líder de Occidente, con Corea del Norte, sirve para dar alas al peligroso tirano Kim Jong-Il, que acaba de atacar a Corea del Sur y matado a dos soldados. Occidente no se respeta a sí mismo ni a sus propios valores, que son valores cristianos y, en consecuencia, los demás tampoco le respetan. Lógico.
Eulogio López
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