Sr. Director:
En los últimos años se ha impuesto con fuerza la cuestión del uso de de las nuevas biotecnologías con finalidades ligadas a la agricultura, la zootecnia, la medicina y a protección del medio ambiente.

Las nuevas posibilidades que ofrecen las actuales técnicas biológicas y biogenéticas suscitan, por una parte, esperanzas y entusiasmos y, por otra, alarma y hostilidad. Las aplicaciones de las biotecnologías, su licitud desde el punto de vista moral, sus consecuencias para la salud del hombre, su impacto sobre el medio ambiente y la economía, son objeto de profundo estudio y de animado debate.

Se trata de cuestiones controvertidas que afectan a científicos e investigadores, políticos y legisladores, economistas y ambientalistas, productores y consumidores. Los ciudadanos no somos indiferentes a estos problemas, conscientes de la importancia de los valores que están en juego. Las modernas biotecnologías tienen un fuerte impacto social, económico y político, tanto en el plano local, como en el nacional y el internacional; por ello se han de valorar según los criterios éticos que deben orientar siempre las actividades y las relaciones humanas en el ámbito socioeconómico y político. Es necesario tener presentes, sobre todo, los criterios de justicia y solidaridad a los que deben sujetarse, en primer lugar, los individuos o grupos que trabajan en la investigación y la comercialización en el campo de las biotecnologías.

En cualquier caso, no se debe caer en el error de creer que la sola difusión de los beneficios vinculados a las nuevas biotecnologías pueda resolver todos los apremiantes problemas de pobreza y subdesarrollo que subyugan aún a tantos países.

Francisco Lorenzo Salido

flsal52@yahoo.es