La morosidad cayó por vez primera desde que comenzó la crisis dos años atrás, en junio la mora bancaria se situó en el 4,48% frente al 4,56%, según informa el Banco de España. Prácticamente, se trata de un estancamiento y no de un cambio de tendencia, pero
En cualquier caso, los bancos continúan esperando un nuevo hachazo en septiembre, cuando se dispare la ya disparada mora de pymes, que acelerará el cierre de despachos, pequeños comercios y empresas de autónomos. Es el peor impago para las entidades financieras porque no son créditos con garantía real ni tienen activos que los soporten. Una mora mucho más peligrosa que las de promotores inmobiliarios o hipotecas de particulares.