La sentencia de Andalucía  supone una victoria del tesón de unos padres que, como tantos otros, llevan años luchando para poder educar a sus hijos según sus convicciones morales, un derecho que, como han reconocido los magistrados, no se está respetando.

 

Según uno de los peritos de la defensa, el doctor en Filosofía y profesor de Enseñanza Secundaria Fernando López Luengos, Es muy importante resaltar que este libro cumple fielmente las intenciones de los reales Decretos, concretando con ejemplos muy explícitos las verdaderas intenciones de la asignatura. El autor no se sale, por lo tanto, de las instrucciones curriculares del Decreto y es una evidencia de que la neutralidad ideológica en la escuela está seriamente comprometida a pesar de los buenos deseos de la sentencia del TS. Insisto, es un ejemplo perfecto del alcance de los reales decretos.

Uno de los temas más significativos es el tratamiento que se da en el libro a la sexualidad humana. Para López Luengos queda probado, tal como han apreciado los magistrados, que el texto opta explícitamente por una concepción de la sexualidad como un constructo meramente social en el que no intervienen criterios objetivos, centrándose en el disfrute placentero, y con una abierta crítica a otras concepciones, asegurándose además que los alumnos  de entre once y trece años- asumen este modelo de sexualidad por medio de ejercicios comprometidos. En el tema de la sexualidad y de la familia, se aborda con prolijidad cuestiones muy discutibles que no han hallado consenso en nuestra sociedad, desde una perspectiva que a muchos padres disgustará profundamente; criticando sin objetividad y de forma irrespetuosa otras posiciones perfectamente legítimas en una sociedad plural.

Para Marisa Pérez Toribio, presidenta de España Educa en Libertad, Se trata de una noticia muy relevante porque abre los ojos a  lo que de hecho está sucediendo, no sólo con EpC, sino también con otras cuestiones como la educación sexual que se pretende imponer por ley según la ideología género. No se respetan las convicciones morales de las familias si no coinciden con las del gobierno. Apoyándose en esta sentencia, los padres podrán  negarse a que a sus hijos se les adoctrine en EpC o en cualquier otra asignatura, y a que se les  imponga esta visión de la sexualidad. Esperemos que las autoridades educativas reflexionen y la escuela recupere la neutralidad ideológica sin obligar a los padres a embarcarse en largas batallas judiciales. La victoria de la familia Flores Cano es una prueba evidente de la maldad que tantos padres llevamos años denunciando.

España Educa en Libertad