Un grupo de padres españoles en Lisboa se resiste a que sus hijos acudan a clase de EpC. La embajada española les señala la puerta
Cuando el Gobierno creía que el problema se solucionaría pasando a los padres por encima, la resistencia a la asignatura de adoctrinamiento sigue adelante. Ya hay más de 45.000 objetores repartidos por todas las comunidades autónomas. Ahora, un grupo de padres españoles residentes en Lisboa se niega a que sus hijos reciban la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) en el Instituto Español Giner de los Ríos, un equivalente a los liceos en el que los alumnos siguen el plan español de educación. A ellos se han sumado también algunos padres portugueses.
María Fernanda González, una española que lleva a sus hijos al citado Instituto, se sorprendió de los contenidos de una materia inconcebible en el resto de Europa: No comprendo que el Estado quiera asumir la educación en valores morales de mis hijos o de otros niños y jóvenes, siendo algo que nos compete en primer lugar a los padres.
La sorpresa ha llegado cuando los padres objetores han recibido una carta de la Embajada de España negándoles su derecho a objetar, indicándoles que la materia es obligatoria, como las Matemáticas o el Idioma, recordándoles que llevan a sus hijos a ese centro voluntariamente e invitándoles a abandonarlo si manifiestan desacuerdo. De manera que la embajada hace caso omiso del artículo 16 de la Constitución Española, representando más al Gobierno que al Estado.