La penúltima de las buenas noticias para la economía española llegaba de la OCDE.
En su indicador del pasado agosto –que confecciona para anticipar cambios en la actividad económica–, ha situado a España a la cabeza de los 34 estados miembros de su organización.
Nadie duda a estas alturas de que la economía muestra ya signos globales de mejoría. Lo esperanzador, al menos para nuestro país, es que se ha "disparado", dejando atrás a Alemania o Francia. La senda del crecimiento español es para la OCDE una vía real y rápida.
Suso do Madrid