Como me repito más que un loro, seguramente ya les he comentado que hay dos páginas imprescindibles en Internet si uno quiere estar bien informado: Zenit (www.zenit.org), que se emite desde Roma, y Noticias Globales (www.puertovida.com/noticiasglobales), que sube a la Red desde Buenos Aires. Hoy voy a apoyarme, una vez más, en ambas, con la originalidad de hacerlo en ambas a la vez.
En primer lugar, leamos al argentino Juan Claudio Sanahuja:
La ONU ha convocado otra Cumbre Mundial. Esta vez para construir "la sociedad de la información". La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información se desarrollará en dos fases. La primera fase tuvo lugar en Ginebra del 10 al 12 de diciembre de 2003. La segunda fase tendrá lugar en Túnez, del 16 a 18 de noviembre de 2005.
Dice la información oficial:
"La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información brindará una oportunidad única a todos los participantes claves de congregarse en una reunión de alto nivel y obtener una mejor comprensión de esta revolución tecnológica y de sus repercusiones sobre la comunidad internacional. La Cumbre intenta reunir a Jefes de Estado, Directores Generales de los organismos de Naciones Unidas, líderes de la industria, organizaciones no gubernamentales, representantes de los medios de comunicación y de la sociedad civil en un evento único de alto nivel. El papel de los diversos representantes (estados miembros, organismos de Naciones Unidas, sector privado y sociedad civil) en el establecimiento eficaz de la Sociedad de la Información en todo el mundo constituirá también el aspecto central de la Cumbre y sus preparativos."
"El resultado previsto de la Cumbre es la elaboración y promoción de una declaración nítida de voluntad política y un plan de acción concreto para lograr los objetivos de la Sociedad de la Información, que refleje plenamente todos los distintos intereses en juego. El alcance y la naturaleza de este ambicioso proyecto exigirán asociaciones estratégicas con las entidades públicas y privadas que se recabarán activamente durante los próximos meses."
"La Cumbre ofrece una oportunidad sin precedentes para la comunidad mundial de reflexionar, discutir y dar forma a nuestro destino común en una era en la que las personas y los países están interconectados como nunca antes. La familia de organizaciones de las Naciones Unidas sirve como catalizador de este cambio al reunir gobiernos, así como el sector privado, las instituciones internacionales y la sociedad civil con el fin de alcanzar objetivos comunes. El sistema de Naciones Unidas y sus organismos especializados participarán activamente en la organización y celebración de la Cumbre, en la que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) desempeñará un papel clave."
En pocas palabras y aplicando la clave hermenéutica con la que se deben interpretar estos documentos, la Cumbre de la Información tiene como fin instaurar un pensamiento único global, teniendo en cuenta, además, que el Comité Organizador de Alto Nivel está compuesto por un representante del Secretario General y las cabezas ejecutivas del Alto Comisionado para los Refugiados, de la FAO, de la Organización Mundial de la Salud, del Programa para el Desarrollo, del Programa para el Medio Ambiente, de la UNESCO, el presidente del Banco Mundial, etc.
El plan de acción de la Cumbre contempla el control de los contenidos de Internet -el único foro de opinión hasta ahora absolutamente libre-, y la creación de una mentalidad propicia al 'desarrollo sustentable', a la salud sexual y reproductiva, a la perspectiva de género, etc. El contenido del pensamiento único a imponer al mundo viene sintetizado en este párrafo de la Declaración de Principios: "Reiteramos asimismo nuestro compromiso para con el logro del desarrollo sostenible y las metas de desarrollo convenidas, que se señalan en la Declaración de Johannesburgo y en el Plan de Aplicación del Consenso de Monterrey, y otros resultados de las Cumbres de las Naciones Unidas."
El último párrafo de Noticias Globales es sencillamente genial. Ya saben que todo el problema de la sociedad actual puede resumirse en uno: cargarse la libertad en nombre de los derechos humanos. Hoy mismo, he leído el Plan de Renovación del Estatuto de Andalucía, lanzado por el inefable socialista Manuel Chaves, en vísperas de elecciones (una mera coincidencia, naturalmente). En ella se habla de 'control democrático' de los medios públicos. La verdad es que lo de control democrático es algo parecido a telefonista amable: una contradicción en sus propios términos.
¿Por qué da tanto miedo Internet? Pues porque no la controlan ni los gobiernos ni las grandes empresas. Por eso, Naciones Unidas, al igual que Manuel Chaves o cualquier otro poderoso privado (léase un gran empresario o banquero), siente terror a la Red. Los confidenciales o periódicos cibernéticos preocupan más al poder establecido que ninguna otra cosa. Un gran editor privado es tan maleable como un medio informativo público: depende de los políticos y de sus colegas, los grandes empresarios. Depende, en resumen, del Sistema. Es más, forma parte del Sistema. Ahora bien, un pequeño tábano con una página en la Red, con sus contenidos paseados por motores de búsqueda regidos por el azar cibernético... eso provoca terror entre las mentes bien pensante, entre los políticamente correctos, que hoy no son otros que los progres.
Así, en nombre de sacrosantos principios, como, por ejemplo, la lucha contra la pederastia y la pornografía infantil en Internet, tanto Naciones Unidas como los socialistas andaluces (importa más los primeros que los segundos, pero siempre conviene poner ejemplos) se empeñan en controlar ese paraíso de la libertad de expresión que es la WWW. Para eso emplearán todos los medios: por ejemplo, los sacrosantos derechos de autor, la anulación del derecho de cita y la consiguiente creación de la política del embudo, que consiste en que toda la información se canalice a través de los grandes multimedias informativos, los que, a su vez, sólo publicarán aquello que interese a sus jefes, los grandes editores que, como creo hacer dicho antes, son parte fundamental del Sistema.
Por ejemplo, utilizarán la globalización del pensamiento, o pensamiento único. Según él, por ejemplo, todo aquel que se oponga al aborto pasará a ser antidemócrata, perseguible y censurable. Podremos decir, por ejemplo, que carece de rigor o que, simplemente, es un fundamentalista. Al final, una vez reducido el discrepante a la mínima expresión, el Sistema concluirá que es un 'marginal', nefando pecado en una sociedad que adora el éxito y reverencia al poder.
Pero todo se hará, en Naciones Unidas y en Andalucía, en nombre de los derechos humanos... y en contra de la libertad.
Vamos con Zenit. El principal objetivo político de Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, es conseguir un Gobierno Mundial. Todas sus ensoñaciones (sí, también el secretario general tiene sueños) terminan allí. El papel que el señor secretario juegue en ese entramado también pertenece a su mundo onírico: respetémoslo.
Pues bien, Juan Pablo II también reclama, y así lo recoge Zenit, un nuevo orden internacional. Lo que ocurre es que el Papa no habla de un Gobierno Mundial, sino de un nuevo orden basado en la dignidad de la persona y en la solidaridad entre ricos y pobres. Y vuelve a repetir que no hay paz sin justicia, ni justicia sin perdón. Ahí va:
En sus primeras palabras pronunciadas al inicio del año 2004, Juan Pablo II ha asegurado que la paz es "posible", y por tanto, un 'deber', abogando por un nuevo orden internacional.
Fue el tema central de la homilía, que pronunció en la celebración eucarística de este día en el que la Iglesia católica celebraba la solemnidad de María Madre de Dios, proclamada Jornada Mundial de la Paz.
En esta ocasión, el Papa ha querido consagrarla al tema de la educación en la paz, argumento que también había asignado para su primer año de pontificado. "Dado que la paz es posible --he querido repetir-- es un deber", explicó en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
"Ante las situaciones de injusticia y de violencia que oprimen a varias zonas del planeta, ante la permanencia de conflictos armados con frecuencia olvidados por la opinión pública, se hace cada vez más necesario construir juntos caminos para la paz; se hace, por eso, indispensable educar en la paz", afirmó.
En particular, la educación en la paz, explicó, es necesaria en la tierra en la que nació Jesús, que "sigue viviendo, por desgracia, en condiciones dramáticas".
"Es necesario, sin embargo, perseverar sin ceder a la tentación de la desconfianza --afirmó--. Es necesario un esfuerzo por parte de todos para que se respeten los derechos fundamentales de las personas a través de una constante educación en la legalidad".
"Con este objetivo hay que hacer todo lo posible para superar la lógica de la estricta justicia para abrirse también a la del perdón. De hecho, ¡no hay paz sin perdón!", aseguró.
Observando el escenario internacional, el Papa explicó que "cada vez se experimenta más claramente la necesidad de un nuevo orden internacional, que recoja la experiencia y los resultados alcanzados en estos años por la Organización de las Naciones Unidas".
"Un orden --aclaró-- que sea capaz de dar soluciones adecuadas a los problemas de hoy, fundadas en la dignidad de la persona humana, en un desarrollo integral de la sociedad, en la solidaridad entre los países ricos y los países pobres, en la capacidad para compartir los recursos y los extraordinarios resultados del progreso científico y técnico".
En la celebración eucarística, presidida por el Papa y celebrada por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado de la Santa Sede, participaron los embajadores de los países acreditados ante la Santa Sede.
Naturalmente, cuando el Papa habla de dignidad humana está aludiendo a la dignidad del más débil, es decir, al aborto y otras lindezas de la cultura de la muerte, que Kofi Annan vende como una condición previa para otorgar patentes de democracia y libertad. Es más, el Nuevo Orden Internacional de Annan lo que pretende es instaurar la norma de que todo país que no permita el aborto o la homosexualidad pueda ser acusado ante las instituciones de ese Gobierno Mundial como reaccionario adversario de la salud reproductiva o de la libre opción sexual. No hablo de hipótesis: las discusiones previas a la creación de la Corte Penal Internacional se habló mucho de eso y en esos precisos términos.
Al mismo tiempo, Juan Pablo II habla de un nuevo orden que "recoja la experiencia... (de) Naciones Unidas". Entre nosotros, si al Papa le gustara la actual Naciones Unidas, ¿creen que pediría un nuevo orden que recogiera experiencias pasadas, o simplemente abogaría, como hace toda la progresía internacional, por solucionar la crisis de la ONU con más ONU?
Por otra parte, Juan Pablo II ha lanzado de nuevo al cara de George Bush el problema de la solidaridad. Lo que viene a decir Wojtyla es que la paz que Bush pretende a través de una victoria contra el terrorismo no la podrá alcanzar sin elevar las actuales condiciones de vida de los pobres. No se puede lanzar misiles contra una población por no luchar contra el terrorismo, sin mandar alimentos a esa misma población que sobrevive como puede... y como no puede. Sigo pensando que el polaco está convencido de que la guerra de Iraq sólo es el principio de más violencia, no el final de la misma. El nuevo orden mundial requiere eso: respeto a la dignidad de la persona y solidaridad. En otra palabras, la futura arquitectura de los Derechos Humanos, que de eso se trata el Nuevo Orden, no puede hacerse con una ONU que se ha convertido en la gran punta de lanza del aborto, la contracepción y la esterilización en el mundo. En definitiva, con una ONU convertida en el gran adalid de la cultura de la muerte. Porque el respeto a los derechos humanos tiene que hacerse por consenso, y al menos la mitad de la humanidad considera que el aborto no es un derecho, sino un asesinato. En definitiva, no puede haber una ONU montada sobre dos principios diferentes, porque entonces no habría una ONU, sino dos. De eso está hablando el Papa.
Y hay otra cuestión, que procede de la anterior. Ante esa diversidad, ante ese enfrentamiento entre cultura de la vida frente a cultura de la muerte (o sea, incultura de la muerte), cabría hablar de una ONU de dos velocidades. Ya saben, como la Unión Europea de doble velocidad que plantea la prepotencia alemana y la codicia francesa. En definitiva, una ONU que serían dos: la compuesta por los países que respetan los derechos humanos y el amasijo de estados que se mofan de esos derechos. Mucho me temo que la segunda ONU representaría a un 90% de la humanidad, pero lo cierto es que George Bush se planteó esta posibilidad cuando el Consejo de Seguridad le negó el visto bueno para atacar al Iraq de Sadam Husein.
En el entranto, y mientras llega esa ONU de dos velocidades o esa ONU de dos principios contrapuestos (lo que podríamos bautizar como PNU esquizofrénica), no nos dejamos engañar por un organismo que pretende 'proteger' la libertad de expresión en Internet. No, lo que ocurre es que la ONU de Kofi Annan es esclava del actual sistema político y económico que rige el mundo (no nos engañemos, los elementos clave de ese sistema pueden disentir en un momento dado, por ejemplo, en Iraq, pero al final persiguen los mimo objetivos y actúan al alimón), y al Sistema le saca de quicio Internet, porque no puede controlarlo, pero sí controla los medios tradicionales de información de masas (prensa, radio y TV) a través de los grandes editores y bajo el principio de lo políticamente correcto. Lo que quiere la ONU es dominar Internet. Lo otro son monsergas.
Perdón por interpretar al Papa, pero creo que, guiado por la información de Zenit, no me equivoco mucho, como no yerro, estoy seguro, al interpretar la actividad de Naciones Unidas a la luz de Noticias Globales. En cualquier caso, si hubiera errores, serán de mi entera responsabilidad, no de la de Juan Pablo II o Kofi Annan, ni de Zenit o Noticias Globales: sólo mías.
Eulogio López