En nuestra información del pasado 8 de enero informamos que el hospital de la Paz tenía un aborto programado para el próximo 19 de enero. En realidad, no es exacto. Ya hubo un aborto programado poco antes de Navidad por problemas de plaquetopenia. Tanto el personal médico como las enfermeras se opusieron. La Paz es un hospital objetor, y sus profesionales cumplen con el juramento hipocrático de dedicar sus desvelos a salvar vidas, no a segarlas. Así que se produjo un señor revuelo en la planta. Las enfermeras se negaron a poner el inductor del parto, porque no se trataba de inducir un nacimiento, sino sencillamente de un aborto.
¿Quién fue el responsable? ¿Quién firmó semejante aberración? En nuestra anterior información apuntábamos al jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia, Dr. Antonio González González. Sin embargo, el Dr. González González no pudo ser porque estaba convaleciente. El responsable fue probablemente el jefe de sección de Ginecología y Obstetricia, Eduardo Cabrillo Rodríguez, quien al parecer podría tratar de convertir La Paz en un centro abortista. Casualmente Cabrillo mantiene una estrecha relación con Schering, la multinacional anticonceptiva, especializada también en la píldora del día después, de consecuencias abortivas si se ha producido la fecundación del óvulo. Siempre los mismos.