Soliviantado anda el PSOE con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por su actitud benigna con el juez Rafael Tirado, el mismo que dejó demasiada libertad al presunto asesino de la niña Mari Luz. Y no se crean: lo único que hace aquí el socialismo, impulsado por el PSOE más corrupto de todos, el andaluz de Manuel Chaves, es aprovechar la lógica indignación popular contra la justicia para ponerse a la cabeza de la manifestación. El socialismo andaluz es el más corrupto de todos los socialismos, amén del más demagogo.

A los socialistas les parece también escaso el castigo al juez de Murcia, Fernando Ferrín, dos años de inhabilitación. Aún no está claro de qué va a vivir un juez que, al no poder ejercer de juez, tampoco podrá ejercer de ninguna otra cosa, con excepción de algunos puestos en la enseñanza. Vamos que le han dejado sin sueldo y sin posibilidad de trabajar en sitio alguno, además de tener que indemnizar a las lesbianas de marras con 6.000 euros.

Ferrín no actuó como católico al considerar, como ha hecho todo quisqui desde que el mundo es mundo, que lo mejor para la educación de un niño es disponer de padre y madre, de masculinidad y feminidad, dos elementos fundamentales tanto para los varones como para las mujeres durante sus primeros años. Pero Ferrín sí ha sido condenado por católico, condición que, traducido al metalenguaje laicista, significa atrabiliario personaje que cree en algo.

La persecución al cristianismo ha comenzado en Murcia por la sencilla razón de que toda persecución religiosa comienza con la vulneración de la objeción de conciencia que, insisto una vez más, no es un derecho, sino cualquier derecho situado en su punto de prueba, de la misma forma que la valentía no es una virtud, sino cualquier virtud puesta a prueba. Una virtud que cede ante el miedo no es virtud; si el juez Ferrín hubiese rendido su conciencia antes las dificultades que supone enfrentarse a la atmósfera ambiental dominante, su conciencia de gelatina no tendría valor alguno.

Sí, la persecución contra el Cristianismo ha comenzado en Murcia. Y ya lo saben: la sangre de los mártires es semilla de cristianos. La sangre de Ferrín, se entiende, un verdadero héroe y mártir.

Y pobre niña la del caso Ferrín.

Eulogio López

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