Nadie puede llevarse a engaño, y mucho menos un presidente del Gobierno que hasta hace pocos meses negaba la existencia de la crisis.
La gente sufre en carne propia el drama del paro y la ineficacia absoluta del Ejecutivo para generar confianza en una sociedad escéptica y desmoralizada. Los datos (de paro y de pobreza) dibujan la verdadera realidad de un país que no se pueden ocultar con ocurrencias para salir del paso o con dogmas ideológicos trasnochados.
Rodríguez Zapatero debería analizar con detalle estos datos y no dedicarse a culpar a la oposición, a los empresarios o a todos aquellos que no están dispuestos a aceptar las falacias que plantea un Ejecutivo desbordado por los acontecimientos. Lo de menos es conseguir que se aprueben como sea; el zapatazo o unos Presupuestos Generales del Estado o lanzar cortinas de humo para distraer la atención de la opinión pública de los problemas que importan de verdad a los ciudadanos.
Es lamentable que, en una situación de extrema gravedad, se pretenda gobernar a base de operaciones de imagen al servicio del partidismo y la coyuntura inmediata. ¿Recuerda como fue la presentación de le ley de economía sostenible? Por cierto ¿Qué ha sido de esta ley?
Jesús D Mez Madrid