Carga también contra el Ministerio del Interior por negar su apoyo a los agentes. El PP afirma que a los policías les escupieron y orinaron encima participantes en las protestas del 15-M.
La negligencia de la delegada del Gobierno en Madrid durante los acontecimientos de las manifestaciones durante la JMJ está saliendo a la luz, esta vez, denunciada por los sindicatos policiales. La Confederación Española de Policía (CEP) y el Sindicato Profesional de Policía (SPP) han denunciado que algunos agentes están recibiendo "amenazas directas de muerte" y están siendo perseguidos a través de Internet por los colectivos laicistas que se manifestaron la semana pasada en la Puerta del Sol contra la visita del Papa a España.
La incoación de un expediente disciplinario a tres agentes por parte del director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la Policía que ha pedido que se investigue la actuación de la delegada del Gobierno por "su natural tendencia a eludir responsabilidades" ante lo que definen como una "caótica y lamentable gestión" durante lo sucedido en la manifestación anti-Papa y los días posteriores.
Además, han presentado una denuncia y han emprendido las acciones legales pertinentes por "amenazas de muerte e intentos de localizar los datos personales sobre identidades y domicilios de varios miembros de la Unidad de Intervención Policial" que formaron parte del dispositivo desplegado en las calles de Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud. Los mismos que pidieron en sus informes que no se llevara a cabo la manifestación de los anti-Papa, tuvieron que sufrir sus humillaciones -incluidos escupitajos y orines por parte de algunos miembros 'indignados', por la inoperancia de la delegada que prefirió mirar hacia otro lado. Pero esas críticas no solo se dirigen a la delegada, sino a sus jefes, es decir al Ministerio del Interior, que ha abandonado a los agentes en manos de las turbas. Las mismas que echaron a patadas a los peregrinos de Sol y zonas aledañas, las mismas que invadieron un espacio público como Sol sin que el ministerio del Interior hiciera nada.
Juan María Piñero
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