Para el PSOE este jueves era un día clave, importante. El Congreso debatía la reforma de la Ley del Aborto, todo un hito en el proyecto de ingeniería y transformación social del zapaterismo. Por eso muchos han lamentado que Zapatero haya tenido que irse a la Cumbre de Copenghague y se perdiera la fiesta. Las posiciones provida han sido denostadas dentro y fuera del Congreso.
Porque ocurre que varios grupos provida trataban de concentrarse en la puerta del Congreso para mostrar su repulsa de que el aborto pasara a considerarse un derecho. La policía no les ha dejado estar pacíficamente en la puerta del Congreso y les ha dispersado. No ha habido porras, pero sí firmeza de la decisión. La portavoz de la iniciativa Bebe Aído, Beatriz Molina, ha lamentado que el Congreso pretenda convertir el aborto en un derecho cuando la medicina está siendo capaz de sacar adelante a niños casi de la edad del bebé Aído de 12 semanas.