Sr. Director:

Vuelve la campaña de verano del Ministerio de Sanidad, otra vez con el dichoso preservativo, como si los jóvenes fuésemos animalitos (es en lo que nos quieren convertir) que no comprenden y que sólo buscan diversión. Contra la posibilidad de contagio de enfermedades víricas y de cosificación de las personas, el Ministerio debería dedicarse a educarnos en el respeto a los demás y no en su utilización siempre y cuando llevemos una gomita.

Por eso prefiero la política de la Iglesia en este tema, con medidas que buscan enseñar el respeto y el verdadero amor más allá de la diversión, resultando ser más efectiva que la de los condones, tal y como se explica en un artículo publicado en www.mercatornet.com (2 junio 2005)de el periodista australiano Michael Cook .

Con sólo superponer los mapas de la prevalencia del SIDA y de la prevalencia del catolicismo se demuestra la falsedad de la relación entre Iglesia católica y SIDA. En Suazilandia, donde el 42,6% de la población está infectada, los católicos son solo el 5% de la población. En Bostwana, con un 37% de la población adulta infectada por el VIH, sólo el 4% de la población es católica. En Sudáfrica, con un 22% de la población adulta infectada, los católicos son el 6%. En cambio, en Uganda, donde los católicos son el 43% de la población, la proporción de población adulta infectada es un 4%.

Belén Rincón

yavembar@yahoo.es