En este sentido, sus palabras ante la Comisión del 11-M fueron de una ambigüedad calculada. Aznar se sitúa al lado de Wall Street Journal, para quien Zapatero debe mostrarse agradecido al mundo islámico porque el 11-M le llevó al poder.  

Ciñéndonos a las palabras textuales del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, ante la Comisión parlamentaria que investiga el atentado del 11-M, podríamos llegar a la conclusión de que el autor intelectual, es decir, el que planificó y ordenó la operación, no fue la nebulosa Al Qaeda, ni tan siquiera ETA, sino el mismísimo Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Aznar afirmó lo siguiente: No creo, sinceramente, que los autores intelectuales de los atentados, los que hicieron esa planificación, los que deciden ese día, precisamente ese día... no creo que anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas. Es decir, para el ex presidente, el autor intelectual no es Al Qaeda. Mantiene Aznar la tesis opuesta al que fuera su jefe de espías, Jorge Dezcállar, ex presidente del CESID, para quien, aunque Ben Laden no se enterara del asunto, lo cierto es que fue su influencia, su ejemplo, y el hecho de haber identificado a Al-Andalus, es decir, a España, como un objetivo, lo que forzó a otros terroristas islámicos, al parecer procedentes de Marruecos, a ejecutar la matanza.

Sin embargo, y a la hora de cerrar esta crónica, lo cierto es que Aznar no había aclarado sus palabras, que quedaron como un monumento a la ambigüedad calculada. Puede interpretarse que se refiriera a ETA, pero también que estuviera hablando del PSOE, al que identificó como el gran beneficiario del 11-M.

En este punto, Aznar se alinea con el mismísimo The Wall Street Journal, para quien la política antinorteamericana de Zapatero no es más que el agradecimiento del presidente del Gobierno español al mundo islámico que le convirtió en presidente del Gobierno. El editorial de WSJ del pasado jueves 25, titulado Presidente accidental, es el más duro alegato de la prensa internacional con Zapatero, y que aún, cinco días después, constituye el comentario de moda en los cenáculos políticos madrileños. En este sentido, Aznar llegó a firmar que Si hubiese convocado las elecciones el 7 de marzo, los atentados se habrían producido el 4 porque no sólo buscaban víctimas, buscaban volcar las elecciones. Ni tan siquiera necesitó recordar que el 10 de marzo todas las encuestas daban ganador al Partido Popular, que perdió las elecciones tres días después del atentado.

Durante la sesión, se dejó a un lado la segunda versión del 11-M que los miembros del PP han venido recordando en privado desde el pasado 14 de marzo : que el Gobierno de Marruecos tenga vinculaciones con la matanza.

En definitiva, la comparecencia de Aznar ante la Comisión del 11-M no ha aclarado nada sobre los atentados, pero ha demostrado que esa fecha va a marcar la actual legislatura de Zapatero en España como el 11-S, tres años después, va a marcar la segunda legislatura de George Bush en Estados Unidos.