La administración Obama no reacciona, al menos oficialmente
El régimen de los ayatolás ha vuelto a burlarse de Occidente. El viernes 19 presentaban el nuevo reactor nuclear Busherhr para fines pacíficos: producir electricidad. 72 horas después, el domingo 22, el presidente iraní, Ahmadineyad, presentaba en sociedad su cohete no tripulado que puede ir dotado con misiles, que bien pueden ser nucleares, al que finamente calificó de embajador de la muerte contra los enemigos de Irán. Al parecer el tal embajador ya no es pacífico, sino solamente defensivo.
La administración Obama insiste en que Irán tardará todavía un año en poder disponer de armamento nuclear, lapso que los israelíes reducen a cuestión de meses si no de semanas.
Para amenazar no sólo a Israel, sino a toda Europa, los iraníes necesitan dos cosas: misiles con carga nuclear y un cohete que los transporte.
La prensa occidental y entre ella el diario International Herald Tribune asegura que el cohete presentado en sociedad por el Gobierno iraní como caza no tripulado sólo tiene un alcance de 600 millas (966 kilómetros), es decir que no podría llegar ni a Israel y menos aún a Europa o la Costa Este de Estados Unidos.
Sin embargo, estas informaciones olvidan la previsible colaboración norcoreana con el régimen de Teherán. El dictador Kim Jong Il desarrolló el Scraugh 5 y el Taepodong 2, transportes de largo alcance que pueden recorrer desde Irán hasta la mismísima Alaska.
Ahora mismo esa combinación de tecnología nuclear iraní realizada con la colaboración de ingenieros rusos a los que Ahmadineyad se ha preocupado de enseñar en televisión- unido a los cohetes norcoreanos constituyen la mayor amenaza a la que se enfrenta el mundo libre.
Sin embargo, la administración Obama, al menos oficialmente, no reaccionapara desesperación de Jerusalén.
Gabriel López
gabriel@hispanidad.com