Durante años tuve que aguantar los comentarios de algunos amigos y familiares sobre las virtudes de Zapatero.
He tenido que abandonar tertulias o conversaciones porque los interlocutores eran incapaces de aceptar nada que pudiera parecer disconformidad con la política del Presidente Rodríguez Zapatero. Era esa izquierda intelectual, lo que podemos denominar como progres, que veían en el presidente del Gobierno el paradigma de las virtudes que ellos atribuyen a la izquierda. En las elecciones del 2008 mantenían ese apoyo sin fisuras, a pesar de la evanescencia de la política gubernamental y el inicio evidente de la negada crisis económica.
Estos mismos, desde hace unos meses muestran un rechazo frontal a Zapatero, que está aderezado por comentarios muy críticos. Ha perdido las virtudes que le adornaban. No votarán al PP, algo comprensible con su militancia ideológica, pero algunos piensan quedarse en casa. Por supuesto, no es ninguna encuesta fiable, pero es un síntoma que refleja un desgaste que creo es muy difícil de remontar en tan poco tiempo. No hay duda que el cambio de Gobierno está en la línea de recuperar a este sector, con personajes de diversas tendencias. Pero pienso que aún y con eso camina con paso firme a la derrota electoral.
Suso do Madrid