El referendum sobre el Estatut catalán está resultando excesivamente polémico. Por una parte, la publicidad institucional fue auditada por la Junta Electoral. También el insultante lema escogido por el PSC fue motivo de recurso. Ahora el decreto de convocatoria se encuentra como informamos en este número- en el seno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Y por si fuera poco, la misma pregunta está también en duda. ¿Aprueba Ud. el texto de Estatuto de autonomía para Cataluña?. Exactamente la misma pregunta formulada en 1979. No es un problema exclusivamente de cortar y pegar. Se trata de algo más. Técnicamente no hay un Estatuto, sino una reforma del estatuto actual. En este sentido se debería haber preguntado si se está de acuerdo con la reforma del Estatut. Pero no ha sido así. ¿Por qué? Porque los catalanistas consideran que el mundo comenzará el día en que el Estatut quede definitivamente aprobado. No construyen sobre el vigente Estatut, sino que aprueban uno distinto, diferente, nuevo de toda novedad.
Y se equivocan. Porque las verdaderas rebajas al Estatut que votarán los catalanes se producirá en el Tribunal Constitucional. Por eso era tan importante que el TC hubiera revisado de manera previa el texto. Y por eso también, los catalanes tienen unas prisas locas por aplicar el Estatut una vez sea aprobado. Si es que se aprueba, claro.