El director general de operaciones de PRISA, Ignacio Santillana, ofreció este martes los datos de ingresos del grupo en 2007 (3.696 millones de euros) y los calculados por los analistas para 2008 (3.740 millones de euros). Estancamiento, por tanto, en las cifras de ingresos del grupo, que apenas crecen un 1,2% en el último año.
En el encuentro organizado por ESADE, Ignacio Santillana, no mencionó que esos ingresos sólo alcanzan el 65% de una deuda de 6.000 millones de euros que ahoga al grupo. La deuda es precisamente la cuestión de fondo que, en este panorama de crisis, ha hecho que el Imperio Polanco se deshaga de la televisión de pago, en un proceso de desinversión que aún continúa abierto. Santillana no dudó en hacer el artículo: porque genera volumen y cuenta con un importante crecimiento, porque es poco dependiente de la publicidad, porque sirve para programar fútbol y películas, porque puede competir en triple play con otros operadores Pero el grupo no lo quiere.
PRISA ha puesto sus esperanzas no en su buque insignia intelectual, El País, ni en la radio con mayor audiencia e influencia, la SER, sino en la enseñanza (Santillana) y en Cuatro, la televisión gratuita resultante de la transformación de Canal . Ignacio Santillana considera que la tele es el negocio principal del grupo. Se deduce que Cuatro es lo último que venderán, ya que el criterio parece ser sanear las cuentas a costa de perder influencia.